CAPITULO 8

 


   Siempre quise tener una novia que se llamara Sara, hasta hoy no se porque. Pero es difícil dejar de pensar en ti al escuchar esta canción, esta melodía me hace suspirar una y otra vez; la nostalgia es algo que duele hasta que te recuerdo. Te puedo añorar sin dolor al recordar tu mirada, verte bailar es algo hechizante, tu pelo revoloteando sobre tus hombros desnudos. 


   Se que tal vez aún este a tiempo, si me atrevo esta vez podría volar de tu mano, quemar las naves por el oro de tu corazón.


     Sara; tu nombre me sabe a hierba, a lluvia, a luna, a estrellas parpadeando al ritmo de dos corazones acompasados.

Comentarios

Entradas populares de este blog

DIA 2 . . . ó 3?

CAPITULO 5

CAPITULO 35