CAPITULO 26


    Al salir de la primaria mis influencias musicales eran bastante limitadas, mi papa tenia una gran afición por los tríos, en tv Siempre en Domingo se encargaba de los grandes lanzamientos, la radio era (y sigue siendo) vox populi y solo algunas pequeñas ventanas como radio universidad o programas muy específicos en radio variedades nos dejaban ver hacia donde giraba la música internacional. El primer disco (casete) que compre fue uno de Serrat y así fue como el tío Alberto me llevo a conocer el Mediterráneo y me hizo preguntarme que va a ser de ti, de tu piel de manzana.

   De los clásicos trovadores españoles pase a la nueva trova, entre canciones de amor y rebeldía fui creciendo hasta que en las largas noches (que se hacían tan cortas) de radio variedades, llego el punchis punchis a mi vida. Sentir los bajos rebotando en mi piel me hizo sentir vivo, después de eso mi alma y corazón se abrieron y la música se escucho dentro de mi, se volvió intrínsecamente mía. Me hizo sentir vivo.



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