CAPITULO 75

   Veo los colores del arcoíris por todos lados celebrando que ya tenemos (virtual) Presidenta. Me llama poderosamente la atención que resaltan las banderas feministas; Nuestra Presidenta (alguien sabe porque la siguen llamando "virtual" presidenta electa)  ¿realmente estará del lado de la mujer? , ¿ o de las feministas?, ¿ o es una "mujer del patriarcado"?

    A estas alturas tal vez ni siquiera debería importarme, pero entonces recuerdo que tengo una hija, y que tengo amigas, y sobre todo que te tengo (o al menos eso creo) a ti. Recuerdo lo hermosas que son, me inquieta no saber (o no entender) a veces que es lo que persiguen. Las veo tratando de cambiarse, bajar de peso, la moda, teñirse el pelo, depilarse las cejas (lo odio); al final creo que lo que debemos cambiar es nuestros mundo, ahora que salgo a los pueblos veo a las mujeres luciendo orgullosas sus largas trenzas (ya me han dicho lo difícil que es cuidar un pelo largo) y me pregunto a mi mismo; mi mismo ¿Cuanto darías por contemplarla a la luz de la luna peinando su hermosa cabellera? china o lacia, larga o corta, negra o rubia, o del color que sea que la naturaleza le haya regalado. 

   ¿ Cuanto darías por volverla a ver en sus 15 con la inocencia de su belleza natural?

   ¿Cuanto darías por verla en la portada de una revista de deportes y no de moda?, escribiendo un artículo de ciencia y no de cocina, preocupándose por ser ella misma y no lo que los demás esperan que sea.

    No es que no me guste el resultado de algunos cambios, me siento en la edad de piedra viendo a la sociedad esculpir lo que queremos que la mujer sea. Y luego les colgamos banderitas de colores para identificar sus luchas, cuando lo que debemos hacer es luchar juntos por metas compartidas.