Después de una pausa dominical, no se si sea conveniente dejar descansar los domingos. Aún no recibo ninguna retroalimentación y no se si este ejercicio sea entendido/confundido como algo personal. Definitivamente no estoy listo para escribir mis memorias/intenciones, este ejercicio (al igual que siempre ha sido la poesía), es una forma de darle salida a mis demonios, es un ejercicio de exorcismo para expresar muchas cosas que me acostumbre a guardar. Pero como hay que despistar al enemigo, dejaré escapar algún recuerdo entre líneas, tal vez me gane la ilusión y algún anhelo se haga presente. Tal vez alguien pueda llegar a leer mis notas o escuchar las canciones y se reconozca en algún momento; pero no serán más que indicios, pequeños fragmentos de un manto infinito.
Aún recuerdo aquel ayer . . . A pasado tanto tiempo, tanto tiempo. . . Quien no ha dibujado garabatos tratando de dejar fluir las ideas, pero las musas son esquivas, no hacen lo que queremos, sino que nos provocan a hacer/decir/escribir lo que tratamos de mantener en el sub(in)consiente. Ahora mismo solo puedo regresar y pensar en nuestra primera vez; volver a los 47,37,27. . . 17 otra vez. Que haría si te volviera a tener frente a mí; si tuviera que presentarme, como lo haría, como hablar de mí ante tu mirada. Todo mundo admirándote y yo en la última fila, que pasaría si me atrevo y te digo que contigo conocí el amor a primera vista. Como hacerme escuchar desde el rincón donde mis miedos sepultan los besos que tengo para ti. Tanto tiempo he estado solo, contemplando tu foto de perfil, pensando que te diría si tuviera el valor, Que te diría si volviéramos a ser jóvenes . . . Esto sonó a prologo,
Una de las cosas que nunca le pregunte a mi madre fue que le gustaba más; las gardenias o que mi padre le regalara flores. Hoy celebramos un aniversario más del día en que nacieron todas las flores, del día en que un ser lleno de luz, de fe, de amor llego a este mundo. Hay tantos recuerdos y tantas anécdotas que tendría que escribir un libro y no un blog para que pudiéramos tener idea de todo el amor que nos regalo en su vida. Pero como este blog es de música, me permito recordar uno de sus discos favoritos; y no se si le gustaba más Bocelli o era que el disco Live en Toscany se lo regalo uno de sus nietos favoritos, por cierto cada uno de ellos era su favorito, la vi correr por tomates frescos porque llego el que prefería los huevos a la mexicana, o prender la licuadora porque llego el que prefiere las entomatadas, o apenarse porque su menú no era tan variado cuando nos juntábamos todos. Y su enorme sensibilidad, tengo muy presente un día en que escuchaba a Mecano y se qued
Comentarios
Publicar un comentario