LAS MIL Y UNA CANCIONES

     Aspiracionista?, soñador?, idealista?    Pasan los años y aún no soy quien quiero ser, hay atisbos que me reconfortan y me hacen pensar que no estoy tan lejos.    Tal vez me perdí en alguna vuelta, pero cada día es una nueva oportunidad de salir a gritarle al mundo que agradezco por la vida; gracias por dejarme soñar contigo, gracias por las caídas que me enseñaron a levantarme, gracias por los éxitos que me han dado sustento, gracias por los seguidores que me dicen que no estoy tan loco, gracias por los domingos de tocho, ahí estaremos mientras la rodilla aguante.    No hay forma de recuperar lo perdido, pero en la ecuación tampoco perdemos lo ganado

     Siempre quise tener una novia que se llamara Sara, hasta hoy no se porque. Pero es difícil dejar de pensar en ti al escuchar esta canción, esta melodía me hace suspirar una y otra vez; la nostalgia es algo que duele hasta que te recuerdo. Te puedo añorar sin dolor al recordar tu mirada, verte bailar es algo hechizante, tu pelo revoloteando sobre tus hombros desnudos.     Se que tal vez aún este a tiempo, si me atrevo esta vez podría volar de tu mano, quemar las naves por el oro de tu corazón.      Sara; tu nombre me sabe a hierba, a lluvia, a luna, a estrellas parpadeando al ritmo de dos corazones acompasados.

     Definitivamente no hay forma de parar, cada día esta lleno de oportunidades; como dije anteriormente, el amor es lo que damos y no lo que recibimos, pero la vida esta llena de tantas cosas, de tantos milagros que de tan cotidianos dejan de sorprendernos.     Las primeras lluvias traen consigo un sin fin de promesas, esas primeras gotas de lluvia que despiertan el olor a hierba mojada, que despiertan la vida en tantas formas. Como olvidar la imagen de flores cubiertas por gotas diminutas que permanecen sobre su superficie al dejar de llover, hay tantos recuerdos de aventuras vividas bajo la lluvia.

         El cine siempre ha sido un ventana para asomarnos a nuestro interior; cierto que no falta quien se vea reflejado en un Rambo, o un Terminator, pero somos muchos los que buscamos saber si sueñan las ovejas eléctricas, podemos cambiar nuestra esencia? Que haría yo si fuera el hombre Bicentenario?    Podrá la inteligencia artificial superar a una humanidad carente de inteligencia emocional? 

  Aún recuerdo aquel ayer . . . A pasado tanto tiempo, tanto tiempo. . .    Quien no ha dibujado garabatos tratando de dejar fluir las ideas, pero las musas son esquivas, no hacen lo que queremos, sino que nos provocan a hacer/decir/escribir lo que tratamos de mantener en el sub(in)consiente. Ahora mismo solo puedo regresar y pensar en nuestra primera vez; volver a los 47,37,27. . . 17 otra vez. Que haría si te volviera a tener frente a mí; si tuviera que presentarme, como lo haría, como hablar de mí ante tu mirada. Todo mundo admirándote y yo en la última fila, que pasaría si me atrevo y te digo que contigo conocí el amor a primera vista. Como hacerme escuchar desde el rincón donde mis miedos sepultan los besos que tengo para ti.      Tanto tiempo he estado solo, contemplando tu foto de perfil, pensando que te diría si tuviera el valor, Que te diría si volviéramos a ser jóvenes . . .    Esto sonó a prologo, 

    Y llego la onda Disco, se habla mucho de los 80's pero en realidad tenemos más de los 70´s que de los 80´s, tal vez el soundtrack de muchos este lleno de referencias ochenteras, pero los grupos presentes en el hit parade se gestaron en los 70's. Nuestra generación se hizo rebelde, soñadora, creativa.        Añoro los vestidos de gala, ropa formal, noches de cocteles y besos de chocolate. Las luces multicolores reflejadas en la profundidad de tus ojos, como no enamorarme de ti si bailamos al cobijo de la luna, como olvidar  los latidos de nuestros corazones acompasados al punchis punchis, luego las luces negras sobre el neón, mientras bajaba la cadencia a la medianoche y llegaba el momento de (por fin) sujetar tu cintura y acompasar nuestros corazones.

    Definitivamente la música fue mi primer amor, o el vehículo de mi primer amor; y luego vino este tema de Alan Parsons como fondo de las transmisiones de futbol americano.  Cada domingo no podía faltar en lo que se ha vuelto un rito en mi vida, ahora con casi 60 años a cuestas seguimos con el ritual dominguero; otros compañeros, otros retos, pero la vida girando con el ovoide. Y como dijo Bosé: aguanto un vuelo mas, si me agarras de la mano.    Me resulta curiosamente sorpresivo el rumbo que van tomando estas canciones, pensaba en algo diferente y de repente me pongo reflexivo. Me gana la necesidad de exponer los motivos del lobo, me esta costando hilar una narrativa diferente para estas historias. Por ahora solo espero que podamos disfrutar de estas canciones, mientras tanto quiero cerrar los ojos y disfrutar de mis recuerdos.

    Después de una pausa dominical, no se si sea conveniente dejar descansar los domingos. Aún no recibo ninguna retroalimentación y no se si este ejercicio sea entendido/confundido como algo personal.    Definitivamente no estoy listo para escribir mis memorias/intenciones, este ejercicio (al igual que siempre ha sido la poesía), es una forma de darle salida a mis demonios, es un ejercicio de exorcismo para expresar muchas cosas que me acostumbre a guardar.    Pero como hay que despistar al enemigo, dejaré escapar algún recuerdo entre líneas, tal vez me gane la ilusión y algún anhelo se haga presente. Tal vez alguien pueda llegar a leer mis notas o escuchar las canciones y se reconozca en algún momento; pero no serán más que indicios, pequeños fragmentos de un manto infinito.

     Tengo que empezar por aclarar que esto no es una parodia, tampoco es un plagio; en todo caso se trata de un parafraseo. De esa vieja costumbre de vernos reflejados en espejos de múltiples caras, tantas que podemos terminar por no reconocernos.     Pero siempre permanecerá nuestra esencia, a pesar de todos los giros de la vida; el verdadero amor es resiliente, nos permite recoger cada uno de nuestros pedazos y emerger cual ave Fénix una y otra vez. Aunque el apego nos haga sufrir, al final el amor es lo que damos y no lo que nos es devuelto    Es entonces cuando al volver  a levantar la cara te vuelvo a encontrar; tal vez en otros ojos, tal vez en otro corazón. Frenéticamente empiezo a buscar las palabras perfectas para volverte a conquistar, me prometo que esta vez no te lastimare; pero es tan corto mi conocimiento que se me hace un nudo en la garganta y no se que decir . . .   hasta que recuerdo que cuando faltan las palabras siempre quedaran las canciones, como dijo Richard Bach